
Debemos tener el máximo cuidado para que el pienso del gato no se ponga rancio. Lo mejor para que el pienso esté fresco es cerrarlo con pinzas adecuadas y echar en el comedero la cantidad justa que el gato se irá comiendo en las próximas horas, para que cuando casi se acabe, tu gato pida más pienso. Si echas de una vez mucho pienso y llenas el comedero de pienso para gato, seguro que tu gato no querrá más pienso por la noche, porque estará sin olor y rancio.
Para evitar que el pienso se ponga rancio pondremos también especial cuidado en el lugar de colocación del comedero, evitando que le de el aire directo o sea un lugar muy húmedo. Con un poco de cuidado le ofreceremos siempre un pienso fresco a nuestro gato, que disfrutará con su olor, sabor y aroma. Si el pienso está rancio, seguro que tu gato lo nota y te lo hace saber.
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